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En el año del Bicentenario, la nave U.T.P.2010, investiga ¿ Qué sucede en las salas del planeta Humberstone ? y ¿ Cómo aprenden los terrícolas ?

viernes, 13 de febrero de 2009

" El amor está de fiesta "

Hace 30 años atrás experimenté una sensación que jamás olvidaría, ya había sentido el dolor de un ciento de golpes al jugar, ya había amado con toda el alma a papá y mamá, ya había recibido a mi hermanito, también me había enojado, asustado, asombrado, avergonzado, entre otras más; pero ese día no podía entender qué me pasaba.
Tenía ocho años y junto a mamá visitaba a una vecina muy simpática y amable, al golpear la puerta, escuchamos una música a un volumen no acostumbrado. Eran alrededor de las cinco de la tarde de un día de febrero.
Al pasar, me resultó extraño, observar a niños y niñas un poco más grandes que yo, todos bailaban y lucían ropas que para mí eran de "grande".
Con mamá entramos y pude entender que la vecina, había cedido el patio de su casa, para que los chicos de la cuadra celebraran una fiesta.
Durante mucho rato miré por entre las cortinas, no supe cómo fui tan atrevido de ir a casa y ponerme la tenida estrenada para navidad y volver al lugar, presentarme ( con ayuda de la vecina en cuestión) y bailar, jugar a las escondidas y cantar usando una linterna como micrófono.
De pronto_ escuché algo al oído _ ¡ Cristián, esa niña te manda saludos !.
Algo increíble lleno de alegría mi cuerpo, una mirada coqueta de una niña me hizo actuar desenfrenadamente, bailé, volví a cantar y conté mis mejores chistes.Ya de noche me doy cuenta que debo irme con mamá, que la fiesta termina y aquellos niños grandes se volverían a juntar.
No se imaginan el millón de veces que en mis sueños la pude observar, vestí tres días seguidos la misma ropa, con la esperanza de verla pasar. Yo no salía a jugar a la calle, sólo por la ventana me atrevía a mirar...Sí ya sé que están pensando_ Lo reconozco, me gustó y yo le gusté, tres años más grande y esa mirada nunca la olvidaré.
Les cuento algo, ese año, en marzo una vez me la encontré en la calle vestida de colegial, me dí vuelta y corrí como nunca antes, pero al correr fui el niño más feliz del mundo, creo que si no hubiese escapado no la recordaría como la niña de la fiesta, la niña que me hizo sentir amor.

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